Leer la primera novela de un escritor puede ser una apuesta atrevida. Pero en el caso de “Las manos” de Miguel A. Zapata (ed. Candaya 2014) valió la pena correr ese riesgo, pues me encontré con un texto original y sorprendente, tanto en lo que se refiere a la historia que narra su autor, como las reflexiones que nacen de la mente enferma de su curioso protagonista.
Mario Parreño es un tipo en tratamiento antidepresivo, hijo de un padre suicida y una madre ausente. Es maniático, supersticioso, onanista y obsesivo –entre otras muchas cosas- y entrega todas sus decisiones a lo que indique un par de dados que siempre lleva consigo. Buscará la fama y la notoriedad como detective aficionado en busca de la Copa del Mundo caída de las manos Fernando Torres durante la celebración del campeonato por las calles de Madrid.
La novela está narrada en diferentes tiempos verbales, como si el autor se acercase y alejase de la historia. Para exponer el pensamiento más personal del protagonista, utiliza una especie de diario que escribe en un cuaderno de bitácora, que es realmente interesante.
La historia en sí es un viaje épico a través de las calles de Madrid primero, y del mundo después, con paradas en Viena, Nueva York y Japón, lugares donde se van sucediendo episodios delirantes cuyos personajes parecen sacados de un museo de los horrores.
Tras la aparente trivialidad de los acontecimientos más o menos jocosos que encontramos –les recomiendo los episodios centrales de las historias de Viena y Nueva York, y muy especialmente la escena cumbre en Japón-, vemos un relato en el que el personaje central es un tipo enfermo de soledad, más vulnerable que duro, un auténtico antihéroe que intenta mantenerse en un precario equilibrio entre la ansiedad y la depresión, pero siempre lejos de la salud mental.
Es destacable un recurso literario que aporta originalidad: la inclusión de falsas notas del editor o del traductor a pie de página. Este recurso, que hábilmente rompe la linealidad del relato, se suma a las siempre divertidas reflexiones del protagonista en su diario para hacer de la lectura un interesante y estimulante ejercicio.
Si desean pasar un rato muy divertido con humor inteligente, les recomiendo la primera novela de Miguel Ángel Zapata Las Manos. Está publicada por Candaya, una editorial que cuida mucho lo que lleva a las librerías. Y esta novela es una prueba de ello.
José Mª García
garciayplazaabogados@gmail.com
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