Un cuento al día mientras dure la cuarentena.
Durante la mañana de cada uno de los días que dure la cuarentena, publicaremos en nuestra web Libreriodelaplata.com y con la complicidad de sus autores y/o editores, un cuento.
Editoriales como Alfaguara, Candaya, Contraseña, Edicions del Periscopi Hoja de Lata, Errata Naturae, Impedimenta, Jekyll& Jill, La Navaja Suiza, L’Altra Editorial Las afueras, Libros del Asteroide, Literatura Random House, Males Herbes Minúscula, Nórdica Páginas de Espuma Periférica, Raig Verd, Rata_Books, Salto de Página, Sexto Piso y Tránsito ya forman parte de la propuesta, así que de todas ellas podremos leer relatos.
A quedarse en casa, cuidarnos mucho y leer, tejiendo esta gran red.
‘Mi verdadero yo’ de Shirley Jackson

Estoy cansada de escribir pequeñas exquisiteces biográficas en las que da la impresión de que soy una esbelta ama de casa que está en una cocina de leña mezclando al fuego todo tipo de apetitosas porquerías.
Vivo en una casa vieja y húmeda con un fantasma que camina a pisotones por el desván, al que nunca hemos subido (creo que está tapiado), y cuando nos mudamos lo primero que hice fue ponerme a escribir hechizos con crayón negro en los marcos de todas las puertas y ventanas para mantener alejados a los demonios, y la mayor parte funcionó. En el sótano crecen hongos y algunas repisas de mármol de las chimeneas tienen el hábito incomprensible de caer sobre la cabeza de los hijos de los vecinos.
Cuando hay luna llena se me puede encontrar en el patio trasero cavando en busca de mandrágora, que cultivamos en nuestro pequeño terreno junto con el ruibarbo y las moras. En general no me gustan las recetas a base de hierbas o ala de murciélago, porque nunca se puede estar seguro de cómo van a quedar. Confío casi a ciegas en la magia de las imágenes y los números. Mi experiencia más interesante fue con una joven que me ofendió y que luego se cayó por el hueco del ascensor y se rompió todos los huesos del cuerpo salvo uno, y solo porque yo no sabía que existía.
Publicado por gentileza de la Editorial Minúscula.
Círculo de lectores confinados
- Día 1: ‘La señora Rapin’, de Eduardo Berti
- Día 2: ‘El trabajo de los ojos’, Mercedes Halfon
- Día 3: ‘Bosc’/’Bosque’ de Natàlia Cerezo
- Día 4: ‘Oxitocina’, de Miguel Serrano Larraz
- Día 5: ‘El señor Zorro’ de Angela Carter
- Día 6: ‘Álbum’ de Alberto Chimal
- Día 7: ‘Gótico’ de Ali Smith
- Día 8: ‘Sofía’ de Laura Ferrero
- Día 9: ‘La pared del costado’ de Santiago Navrátil
- Día 10: ‘El terrícola’ de Yuri Herrera
- Día 11: ‘La niña gorda’, de Marie Luise Kaschnitz
- Día 12: ‘Mi verdadero yo’ de Shirley Jackson
- Día 13: ‘Fábula del tiempo’ de Juan Gómez Bárcena
- Día 14: ‘Cosas de niños’ de David Wagner
- Día 15: ‘Una dulce ancianita’ de Belén Rubiano
Este cuento parece escrito especialmente para nosotras, las mujeres. La protagonista deja claro desde el principio que no va a explicar nada políticamente correcto, lo que se espera que sea y haga. Se quita la máscara, nada de su entorno es perfecto y ella se descubre como una brujilla. ¡Dan ganas de seguir leyendo!
Me gusta como juega con los planos real y imaginario sin darle mayor importancia a uno que a otro, los dos tienen peso. El título lo dice todo, ella es los mundos que describe y quiere serlo, no hay resignación, hay reafirmación y alevosía, el final lo confirma.
Curioso cuento, corto pero contundente. Sus pócimas con las hierbas no se rigen por la intuición, como la mayoría, su magia está en las imágenes y en los números.
La primera impresión del personaje no tiene nada que ver con la que tienes al final del cuento. Y en tan poco espacio!!!!
¡Esto es la magia del oficio de escritor!
Sin duda, este cuento nos descubre el verdadero yo de esta ama de casa poco convencional y de armas tomar!
Me ha gustado mucho como en poquísimas palabras nos revela como vive , a que le teme y a que se dedica.
Muy ingeniosa la idea de bruja racional con recuento de huesos y evaluación de daños
Esta escritora tiene una novela que me pareció muy buena titulada ” Siempre hemos vivido en un castillo “
Manel
He llegit amb molta atenció aquest conte. Quan he acabat la seva lectura he decidit fer un petit comentari.
Val a dir que, per mi,ha estat un regal poder rebre els contes i encara mes poder donar una opinió.
He “descobert” que fer comentaris de contes tan curts, es molt mes complicat que llegir un llibre de 300 pàgines i fer-ne un resum.
Avui el meu comentari es que “em sorprenen el final i la indiferència de la protagonista”
Me ha gustado mucho como con “pequeñas exquisiteces biográficas” nos muestra su yo verdadero. El fantasma en el desván tapiado, los hechizos en los marcos de las puertas, las repisas de mármol que caen incomprensiblemente en la cabeza de los niños de los vecinos. Son imágenes muy potentes que le permiten a la autora mostarnos la protagonista tal y como es.
Nadie como ella para dejarnos al descubierto…
Hola, el cuento me ha parecido un agradable ejercicio de humor irónico y socarrón, que no sé si guarda relación con las cartas que muchos de sus conciudadanos dirigían al diario que publicaba sus cuentos, escandalazos sin distinción contra éstos y su autora.
En todo caso, ese juego se inicia con el propio personaje y el sentido ambigüo y ambivalente, entre su ser y el mundo de la magia y la realidad, me parece fantástico, con un final sublime.
En ese final, ¿ qué prevalece? ¿El conjuro de la imagen o los números, que no el de las pócimas de verduras de la huerta, con alitas de roedor volante? ¿ El sentido empírico, que extrae de la experiéncia de la joven que la ofendió que, -nos dice literalmente- “se cayó por el hueco del ascensor y se rompió todos los huesos del cuerpo salvo uno, y solo porque yo no sabía que existía”? Y esta última frase, me resulta especialmente hilarante y polisémica: ¿No sabía que existía o funcionase la magia? ¿ Es tan sólo un desconocimiento anatómico del hueso ileso? O ¿Nada más expresa el hecho de ignorar que hubiese un ascensor, con su hueco y todo?
Salud!
Era que no sabía que existía el hueso ileso, es la opción que le da más fuerza a la brujería, es que estaba muuuuuy ofendida, jajaja!!. Es muy buena esa frase.
Ahora que lo releo, creo que puede ser esta opción porque lo cuenta justo después de decir “Confío casi a ciegas en la magia de las imágenes y los números”, como si tuviera mal el dato de la cantidad de huesos del cuerpo humano. Me hace gracia pensar en ese “detalle”y que, de haberlo sabido, no le dejaba ni un hueso sano.
Salud!
Genial, siempre me sorprende esa aparente ingenuidad e ironia… como uy! mira por donde “se cayo por el hueco del ascensor…”
Es fantástica la mezcla de cotidianeidad aparente con la real que se esconde tras la imagen del ama de casa convencional. Hechizos, conjuros, magia de imágenes y de números es lo que realmente existe tras la puerta de su casa y lo que ella vive con total naturalidad por eso, el final, lo acaba redondeando todo, con esa misma normalidad con la que acepta su verdadera condición.
Un placer leer de nuevo a S. Jackson.
Jajaja!! Es muy divertido!! En pocas líneas va y viene entre una realidad que podemos percibir “normal” y la magia de su realidad de bruja y, por momentos, el límite es difuso.
También me hizo pensar en las veces que somos políticamente correctas en determinados ámbitos o circunstancias, o queremos dar una imagen de perfección que no existe, una pose que nos genera hastío.
Finísimo manejo de la ironía. Me encantó!