Un cuento por día mientras dure la cuarentena
Durante la mañana de cada uno de los días que dure la cuarentena, publicaremos en nuestra web Libreriodelaplata.com y con la complicidad de sus autores y/o editores, un cuento.
Editoriales como Alfaguara, Candaya, Contraseña, Edicions del Periscopi Eterna Cadencia, Hoja de Lata, Errata Naturae, Impedimenta, Jekyll& Jill, La Navaja Suiza, L’Altra Editorial Las afueras, Libros del Asteroide, Literatura Random House, Males Herbes Minúscula, Nórdica, Pagès Editors Páginas de Espuma Periférica, Raig Verd, Rata_Books, Sajalín, Salto de Página, Sexto Piso y Tránsito ya forman parte de la propuesta, así que de todas ellas podremos leer relatos.
A cuidarse mucho y seguir leyendo. ¡Un abrazo!
‘Julio Equis’, de Flavia Company

Todos los viajes de Julio Equis empiezan con un par de palabras, me voy, y esas palabras nunca van seguidas de explicaciones y no siempre dependen del deseo o de la voluntad, pues Julio Equis viaja a veces por azar o a remolque de una frase o por culpa de un animal o a causa de un libro o en pos de alguien o detrás del sentido de las cosas o de sólo una de ellas, de algo.
Julio Equis es un ser ridículo, pequeño, temeroso y si de algo le ha servido viajar es para disimularse. Cambiar de lugar es una forma de evitar las instantáneas definitivas. Es más complicado captar a cualquiera mientras se mueve, y eso ocurre también con Julio Equis, pues a pesar de sus extravagancias no se sustrae a ninguna de las leyes físicas que acorralan a los de su especie.
Antes se ha dicho que Julio Equis es un ser temeroso y esa es una afirmación por lo menos falsa y como mucho estúpida. Al contrario, Julio Equis lamenta la existencia de caminos, porque para viajar de verdad le parece imprescindible abrirlos, y no se puede decir que sea temeroso quien gusta de abrir caminos o zanjas o boquetes o agujeros o vías.
Se ha dicho que Julio Equis es un ser temeroso porque muchas veces se miente con lo que se dice aun cuando no haya tal intención. Se habla mucho por hablar, se murmuran cosas, se oyen, se transmiten, se dispersan y se convierten por fin en creencias que miles de personas defienden incluso con la vida si se trata por ejemplo de la patria en ciertos casos o de la dignidad en otros.
Aunque tenga costumbre de viajar, Julio Equis se pierde continuamente. Se entretiene mirando mapas y olvida el punto que buscaba para centrarse en otro que ni siquiera le queda cerca y hacia él se dirige contra todo pronóstico y lo que es peor contra toda lógica, aunque por qué va a ser peor ir contra la lógica que contra los pronósticos. Julio Equis no es un ser práctico y en cambio es un ser curioso. Le gusta asomarse. Asomarse es uno de sus verbos preferidos si bien es cierto que prefiere los sustantivos a los verbos y desde luego estos últimos a los adjetivos y mejor no hablar de los adverbios, sobre todo los acabados en mente, a los que odia profunda, conmovida y total.
Julio Equis no ordena ni da órdenes. Piensa que para qué. Y lo mismo piensa de casi todas las cosas: para qué esto y para qué aquello. Otra de sus reflexiones o conclusiones recurrentes es y qué. Y qué, si tal cosa. Y qué, si tal otra. Realmente, y qué. Julio Equis ha intentado hacer una lista de cosas importantes, tan importantes que no pueda aplicársele ninguna de esas dos preguntas suyas, y no ha logrado escribir ni una sola. Y qué todo. Para qué todo. Así es. Entonces viaja.
Y qué si me muevo. Y qué si me quedo aquí. Para qué me voy a quedar aquí. Para qué voy a moverme.
No es fácil ser Julio Equis y viajar siendo Julio Equis. No tiene razones, y esa circunstancia pesa como un meteorito, como un hijo, como una deuda. Y qué si me muero; pero para qué me voy a morir. Hay que irse.
Publicado por gentileza de la autora y de la editorial Páginas de Espuma
Círculo de lectores confinados
- Día 1: ‘La señora Rapin’, de Eduardo Berti
- Día 2: ‘El trabajo de los ojos’, Mercedes Halfon
- Día 3: ‘Bosc’/’Bosque’ de Natàlia Cerezo
- Día 4: ‘Oxitocina’, de Miguel Serrano Larraz
- Día 5: ‘El señor Zorro’ de Angela Carter
- Día 6: ‘Álbum’ de Alberto Chimal
- Día 7: ‘Gótico’ de Ali Smith
- Día 8: ‘Sofía’ de Laura Ferrero
- Día 9: ‘La pared del costado’ de Santiago Navrátil
- Día 10: ‘El terrícola’ de Yuri Herrera
- Día 11: ‘La niña gorda’, de Marie Luise Kaschnitz
- Día 12: ‘Mi verdadero yo’ de Shirley Jackson
- Día 13: ‘Fábula del tiempo’ de Juan Gómez Bárcena
- Día 14: ‘Cosas de niños’ de David Wagner
- Día 15: ‘Una dulce ancianita’ de Belén Rubiano
- Día 16: ‘Èxitus’ de Xavier Vidal
- Día 17: ‘Las medias rojas’ de Emilia Pardo Bazán
- Día 18: ‘El koala asesino’ de Kenneth Cook
- Día 19: ‘La muñeca menor’ de Rosario Ferré
- Día 20: ‘El último hablante de erromintxela (se llamaba Goyo)’, de Paco Inclán
Me gusta del relato de Flavia Company la idea de libertad del personaje: viaja sin motivo aparente, abre caminos al viajar y viajando “evita instantáneas definitivas”. También me ha parecido muy buena la reflexión sobre el poder de las palabras, sobre todo en los tiempos que vivimos. La ambigüedad del personaje me resulta interesante.
Tinc un conegut que és un Julio Equis. Està perfectament descrit. És real. Ara ja s’acosta als 40 i els seus pares encara hi pateixen. Perquè, els pregunto, si fa el que ell vol? Doncs patim perquè no sabem si això el fa feliç. En aquests moments fa dos anys que no en saben res. Sí, els Julio Equis existeixen.
Manel
Crec que totes les persones tenim un % del viure del Julio Equis.
El que ens diferència es el %,
Hi han persones que tenen un 100% i altres que tenen un 1%.
Normalment les que tenen un 1% tenen uns recursos econòmics, que els permetran justificar -se.
Molt bé el darrer paràgraf .
Julio Equis es un personaje curioso, un espíritu libre, sin duda alguna, aunque todo espíritu libre se rige por una lógica, aunque sea la de “asomarse” al mundo, a lo desconocido, a lo que interesa, a los caminos por abrir.
Pero qué hay de todo lo que se dice, se habla por hablar, se repite hasta que se convierte en creencias.
Este es un fenómeno por todos conocido en la actualidad, qué hay de cierto y que hay de fantasía, de ilusión, de como nos gustaría abrir caminos, vivir aventuras….pero la realidad nos “confina” en nuestras casas.
Afortunadamente podemos viajar y descubrir nuevos paisajes gracia a la magia de la lectura
Hola, llego al cuento con algo de retraso y no quiero repetirme en vuestras buenas consideraciones, salvo la de Manel que comparto plenamente y sobre la que quiero añadir un pequeño aporte. Comparto contigo que el protagonista tiene, como toda persona, un % de Juliol Equis (X). Y me parece que ese % se produce sobre variables duales (probabilidad o lógica; razón o impulso,…), así que hay un % sobre Julio X, y otro también sobre Julio Y. Hasta en ese párrafo final que tanto nos gusta ( Y si …) aparece la otra variable. Pero como esto no es matemática, no sé encontrar la formulación para despejar el resultado final de la ecuación de Julio X – Y : “Hay que irse”