Un cuento por día mientras dure la cuarentena
Durante la mañana de cada uno de los días que dure la cuarentena, publicaremos en nuestra web Libreriodelaplata.com y con la complicidad de sus autores y/o editores, un cuento.
Editoriales como Alfaguara, Candaya, Contraseña, Edicions del Periscopi Eterna Cadencia, Hoja de Lata, Eolas, Errata Naturae, Impedimenta, Jekyll& Jill, La Navaja Suiza, L’Altra Editorial Las afueras, Libros del Asteroide, Literatura Random House, Males Herbes Minúscula, Nórdica, Pagès Editors Páginas de Espuma Periférica, Raig Verd, Rata_Books, Sajalín, Salto de Página, Sexto Piso y Tránsito ya forman parte de la propuesta, así que de todas ellas podremos leer relatos.
A cuidarse mucho y seguir leyendo. ¡Un abrazo!
‘Historias del arte (Lluvia)’ de Clara Obligado

En esas noches tan oscuras que no se ven ni los pensamientos, cuando nadie sale de casa y solo se oye el rebotar de la lluvia, la maja desnuda cuela su lienzo por debajo de la puerta del Prado y se agiganta. Si alguien se asoma a la ventana y ve uno de sus pezones estrábicos, lo confunde con la luna, si un insomne la atisba desde un segundo piso, cree que el matojo del pubis es una enredadera deshojada. La maja pasea con la melena suelta, los rizos descentrados. Su carne, lacada por la lluvia, se agita con un vigor colosal. De tanto estar expuesta, le duelen los brazos, los huesos sonrientes de la cara. Está harta de las miradas lascivas de los turistas, de las audioguías. Mientras pasea por el barrio, sueña con esa vida que no pudo ser, se alboroza con el vino de los bares, mece con su aliento las cunas de los niños, ojea un libro que alguien se dejó abierto sobre la mesilla. Al llegar a CaixaForum se abraza a los árboles y frota su cuerpo de muñeca hinchable contra el jardín ver- tical. Entonces escapa su orgasmo prisionero y el verde le devuelve el parque y sus confines, las cascadas de vidrio, los cisnes presuntuosos, las dulces tardes de conversaciones bobas, los galanteos de un artista que, para vengarse de su indiferencia, la castigó con la inmortalidad.
Publicado por gentileza de la autora y de editorial Páginas de Espuma
Si quieres escuchar el cuento leído por la propia autora, clica aquí.
Círculo de lectores confinados
- Día 1: ‘La señora Rapin’, de Eduardo Berti
- Día 2: ‘El trabajo de los ojos’, Mercedes Halfon
- Día 3: ‘Bosc’/’Bosque’ de Natàlia Cerezo
- Día 4: ‘Oxitocina’, de Miguel Serrano Larraz
- Día 5: ‘El señor Zorro’ de Angela Carter
- Día 6: ‘Álbum’ de Alberto Chimal
- Día 7: ‘Gótico’ de Ali Smith
- Día 8: ‘Sofía’ de Laura Ferrero
- Día 9: ‘La pared del costado’ de Santiago Navrátil
- Día 10: ‘El terrícola’ de Yuri Herrera
- Día 11: ‘La niña gorda’, de Marie Luise Kaschnitz
- Día 12: ‘Mi verdadero yo’ de Shirley Jackson
- Día 13: ‘Fábula del tiempo’ de Juan Gómez Bárcena
- Día 14: ‘Cosas de niños’ de David Wagner
- Día 15: ‘Una dulce ancianita’ de Belén Rubiano
- Día 16: ‘Èxitus’ de Xavier Vidal
- Día 17: ‘Las medias rojas’ de Emilia Pardo Bazán
- Día 18: ‘El koala asesino’ de Kenneth Cook
- Día 19: ‘La muñeca menor’ de Rosario Ferré
- Día 20: ‘El último hablante de erromintxela (se llamaba Goyo)’, de Paco Inclán
- Día 21: ‘Julio Equis’ de Flavia Company
- Día 22: ‘No hi veus res d’estrany?’ /’¿No notas nada raro?’, de Eider Rodriguez (en cat. y cast).
- Día 23: ‘Bacteria mundi’ de Cecilia Eudave.
- Día 24: ‘Midnight Special’ de Juan José Flores
- Día 25: ‘Todos los tontos tienen suerte’ de Graziella Moreno
M’ha semblat un relat molt bonic i que a la vegada deixa un posit de tristesa ja que aconsegueix donar vida, per una estona, a una dona condemnada a estar sempre captiva i en la mateixa posició.
Et fa creure i trobar lògic que li facin mal els braços i els músculs de la cara de tant estar-se quieta.
Hi ha molts contes infantils, i no tant infantils, que juguen amb la idea de que a la nit, quan dormim, els objectes prenen vida i fan tot allò propi de la seva naturalesa : les joguines juguen i els vampirs xarrupen sang.
Hola, sugerente título el de esta maravilla de cuento breve, fantástico y poético. En la belleza en cada frase (“noche tan oscura, que ni se ven los pensamientos”; “sus pezones estrábicos”; esos huesos sonrientes de la cara -que duelen de tanto estar expuestos…) se desprende la evocación de esa liberación a fuerza de rebelarse. Frente al artista y la inmortalidad por despecho y castigo, se prefiere la propia condición, la vida y sus placeres mundanos (“esa vida que no pudo ser, se alboroza con el vino de los bares, mece con su aliento las cunas de los niños, ojea un libro …). Por eso decía lo sugerente del título, “las historias del arte” están llenas de despechos, sometimientos y ocultaciones de la condición femenina.
Salud
Mentres llegia aquest conte anava imaginant la maja desnuda, la maja vestida, la giocanda, el David de Miquel Àngel,….i tants i tants d’altres personatges que ens han proporcionat tan bon moments i ens hem emocionat contemplant-los, que be es mereixen sortir una nit i gaudir de tot allò que la seva naturalesa d’obra d’art
no els hi ha permès, així és que benvinguts a les disbauxes de la nit en època de no confinament.
Magnífico desde su poético inicio “En esas noches tan oscuras que no se ven ni los pensamientos…”. Creo que todos hemos imaginado alguna vez una escapada parecida, sobrevolar las vidas y curiosear y podemos entender que alguien tan contemplado como la maja desnuda se tome su revancha…
La inmortalidad como castigo. Terrible condena. Por eso la maja desnuda goza tanto de su libertad y de todo lo que descubre en ese paseo liberador que más bien es un renacer. Valora en su justa medida los pequeños goces de los que disfrutamos los afortunados mortales.
Me ha encantado.
De este fantástico cuento de Clara Obligado me quedo con ese final impactante, con la convincente descripción anímica (el hastío ante el sinfín de turistas que van a verla cada día) y física (“De tanto estar expuesta, le duelen los brazos”, como ya subrayaba Miguel). Me ha hecho pensar, por cierto, en el cuento “Cambio de sentido”, de Pablo Martín Sánchez, que leí en la antología Las Otras editada por Teresa López-Pellisa (Eolas Ediciones). Los relatos que juegan con cruzar el umbral del lienzo a la realidad, o de la pantalla al mundo exterior, y viceversa, siempre dan que pensar.